El presidente ecuatoriano Rafael Correa, advirtió este martes sobre intentos de desestabilización en ese país (similares a los hechos ocurridos en Venezuela el pasado mes de febrero), que planea desatar la oposición contra su Gobierno.
“Quieren ver si les resulta” la marcha convocada por la oposición ecuatoriana para el día miércoles 17 de septiembre “por supuestos líderes sindicales que se han unido a dirigentes indígenas, opositores y estudiantiles”, expresó Correa.
El Primer Mandatario cuestionó los motivos que argumentan la protesta de estar en contra de la reelección presidencial y de la política laboral de la Revolución Ciudadana, pues recordó que este es un gobierno que eliminó la tercerización del trabajo (una forma indirecta de contratación) y aumentó los salarios en el territorio nacional hasta convertirlos en los más altos de la región andina.
Precisó que en su gestión exigen a las empresas declarar sus utilidades y repartir un 15 por ciento de ellas entre los trabajadores.
Correa mencionó que además se obligó a las instituciones a afiliar a sus empleados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, para así garantizarles beneficios como la jubilación.
“No cederemos ante los absurdos y ante los sin razón”, dijo Correa, y por eso convocó a la población ecuatoriana salir a las calles “para demostrar que somos más (...) Nosotros también podemos protestar ante ese pasado ilegítimo que quiere regresar y la doble moral de cierta dirigencia sindical” sentenció.