El exdirector de la Inteligencia Nacional de Estados Unidos, James Clapper, declaró este martes que no existe ninguna evidencia de la influencia por parte de Rusia en las elecciones presidenciales estadounidenses, realizadas el 8 de noviembre de 2016.
Según afirmó el exfuncionario durante su testimonio ante el subcomité de Crimen y Terrorismo del Comité Judicial del Senado, más de 20 analistas de la CIA, el FBI y la NSA realizaron un reporte el pasado 6 de enero, en el que acusaron a Moscú de realizar una "campaña de influencia" durante las elecciones.
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Asimismo, Clapper declaró que ningún material referente al Partido Republicano fue hecho público durante la campaña presidencial, lo que provocó la reacción del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien señaló que el exdirector de la Inteligencia Nacional "se confundió o cometió perjurio en el Congreso".
DNI Clapper just misled or perjured himself to Congress saying that there was no release of Republican data. Proof: https://t.co/A2u3YFHShM
— Julian Assange (@JulianAssange) 8 de mayo de 2017
Negación de Rusia
Las autoridades rusas rechazaron en varias ocasiones cualquier acción injerencista en el proceso político de Estados Unidos y señalaron que Washington no presentó evidencia alguna.
Así lo afirmó el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, quien manifestó que las acusaciones hacia Rusia son infundadas.
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"Creo que esas acusaciones son completamente infundadas, al menos no conozco ningún hecho que las confirme", aseguró Lavrov.
Estas acusaciones, a juicio del diplomático ruso, fueron usadas como un instrumento del Partido Demócrata "para conseguir el apoyo del pueblo estadounidense, jugando con sus sentimientos, según los cuales nadie debe intervenir en los asuntos estadounidenses".