Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, (FARC-EP), el Gobierno cololombiano y representantes de las Naciones Unidas (ONU), continúan este viernes los recorridos por los distintos departamentos del país donde funcionarán las zonas y campamentos transitorios para acoger a los miembros del movimiento insurgente en su fase de desarme.
En este sentido las delegaciones recorrieron los departamentos del Guaviare y Meta ubicado en los llanos orientales, en Cesar (noreste) Nariño y Caquetá (sur), de igual forma en el Norte de Santander fronterizo con Venezuela, así como el Chocó y Cauca, detalló un vocero de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.
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De acuerdo con lo pactado en La Habana (Cuba), la dejación de armas transcurrirá en 23 zonas y ocho campamentos, allí los desmovilizados comenzarán su reincorporación a la sociedad.
Durante el trabajo de reconocimiento del área en Tierra Alta, Córdoba, el alcalde, Fabio Otero, ofreció su respaldo a las gestiones de paz: “de parte de Tierra Alta todo lo que tengamos para contribuir a la paz lo vamos a hacer ya que es un municipio que ha dejado muchas víctimas, muchas viudas, muchos niños sin sus padres, Nosotros lo que queremos es reconstruir ese tejido social”, precisó.
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En este contexto la creación de estos escenarios fue uno de los acuerdos entre los voceros gubernamentales y de las FARC-EP, para garantizar el fin del conflicto entre ambas partes.
Asimismo tanto el silenciamiento de los fusiles como el desarme serán verificados por un mecanismo tripartito compuesto por portavoces del Ejecutivo, del grupo insurgente y una misión coordinada y financiada por la ONU.
Por último algunas de las visitas concluyeron con reuniones para escuchar y resolver inquietudes de las comunidades en torno al funcionamiento de esos lugares.