Funcionarios del Gobierno ecuatoriano se encuentran activos en Pedernales, provincia de Manabí (noroeste) epicentro del terremoto de 7,8 que devastó la costa noroccidental ecuatoriana y causó la muerte de 659 personas y más de 4 mil heridos.
En la zona prosiguen con las labores de remoción de escombros y demoliciones de estructuras que no tienen posibilidades de recuperación.
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El ministro del Interior, José Serrano, informó que en los trabajos técnicos participan efectivos de las Fuerzas Armadas, asesores internacionales de México e Inglaterra y personal de la Policía Nacional de Ecuador para garantizar la seguridad.
1/2 #Pedernales continuamos con proceso remoción d escombros y demoliciones urgentes de estructura con mayor riesgo pic.twitter.com/3BZz38mHvS
— José Serrano Salgado (@ppsesa) 28 de abril de 2016
Las autoridades ecuatorianas cumplen con estas labores tras la aplicación del decreto constitucional que contempla la designación de un comité encargado de la reconstrucción de las zonas, que está a cargo del vicepresidente Jorge Glas, designado por el mandatario Rafael Correa.
Seguidamente, aplicarán el segundo eje que responsabiliza a cada ministro rector con la construcción y reconstrucción de infraestructura pública, rehabilitación integral de servicios públicos, diseño, planificación y construcción de viviendas para damnificados.
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El tercero, por su parte, contempla la ejecución de planes, programas, políticas y regulaciones productivas para lograr la reactivación del empleo local y nacional, y financiamiento para las zonas afectadas.
En las provincias litorales de Manabí y Esmeraldas están desplegados más de 14 mil 300 efectivos de las Fuerzas Armadas y ocho mil 827 policías.
Entre las estadísticas del terremoto también se encuentran 41 personas desaparecidas y 29 mil 067 en albergues producto de la destrucción de 6 mil 998 construcciones y afectaciones a otras 2 mil 740 viviendas.
El Estado habilitó 39 albergues permanentes y 64 temporales para acoger a las familias necesitadas y las autoridades mantienen en ellos una atención constante gracias a la ayuda humanitaria facilitada por el Gobierno ecuatoriano y de otros países, así como de organismos internacionales.