Como consecuencia de la medida, los títulos de la gran banca italiana se desplomaron al comienzo de sesión este martes.
Presidido por la ultraderechista Giorgia Meloni, el Gobierno de Italia aprobó en la noche de este lunes la creación de un impuesto del 40% sobre los beneficios extraordinarios de los bancos, limitado a los años 2022 y 2023.
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El Ejecutivo italiano prevé que la recaudación supere los 2.000 millones de euros, la cual se destinará a “apoyar la compra de hipotecas y a los recortes fiscales”.
En rueda de prensa, el vicepresidente del Gobierno de Italia y ministro de Transportes e Infraestructuras, Matteo Salvini, aseguró que "El Consejo de Ministros aprobó una regla de equidad social que es un gravamen sobre las ganancias bancarias extra en 2023".
Usare parte dei profitti miliardari delle banche per aiutare famiglie e imprese colpite dall’aumento dei tassi.
— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) August 7, 2023
Una norma di buonsenso approvata in Consiglio dei Ministri per sostenere chi è in difficoltà.
Avanti così. pic.twitter.com/bDvkWpglDc
Por su parte, en declaraciones a la prensa, el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, aseveró: “Hemos repetido durante meses que el Banco Central Europeo (BCE) estaba equivocado en subir los tipos de interés y esta es una consecuencia inevitable”, por lo que la nueva estrategia oficial también resulta una crítica directa a la política de la entidad bancaria del bloque comunitario.
La nueva tasa ha sido incluida por sorpresa en el último decreto aprobado por el Gobierno italiano antes de las vacaciones veraniegas; pues no figuraba en el borrador publicado por los medios locales en los días previos a su aprobación.
Como consecuencia de la medida, los títulos de la gran banca italiana se han desplomado al comienzo de la sesión este martes. Las acciones de los dos mayores bancos del país europeo, Intesa Sanpaolo y Unicredit, promediaban la jornada una caída del 8,2 por ciento y 7,2, respectivamente.
Expertos predicen, además, que la decisión puede poner fin al buen momento de la Bolsa de Italia, que cerró el primer semestre del año con un crecimiento del 17 por ciento, el mayor desde el 2008.