Cientos de brasileños hicieron acto de presencia en las afueras del Palacio de la Alvorada, residencia oficial de Brasil, mientras se realizó el juicio político que destituyó de su cargo como presidenta a Dilma Rousseff.
La mandataria, que durante meses fue sometida a un Impeachment, fue respaldada por un multitud de seguidores que rechazaron con consignas y pancartas las acciones que impulsó el Parlamento del país para consolidar un golpe de Estado.
Rosas, pañuelos y globos fueron parte de los elementos utilizados por los protestantes en sus manifestaciones contra lo que analistas consideran un golpe de estado parlamentario.
En las acciones de calle también se observaron carteles que pedían la salida del presidente interino, Michel Temer.
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