La frontera entre Estados Unidos y México entra en una nueva etapa con el cierre del Título 42 y la implementación nuevamente del Título 8, que impide solicitar asilo a aquellos migrantes que crucen de manera irregular el paso fronterizo.
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Miles de migrantes improvisan campamentos a lo largo de la frontera norte de México con Estados Unidos, en medio de la incertidumbre y el caos, con la esperanza de cruzar al territorio estadounidense en la víspera del fin del Título 42 y entrada en vigor del Título 8, nuevamente.
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El Título 42 constituye una medida que adoptó el presidente estadounidense, Donald Trump (2017-2021), y después continuó Joe Biden para expulsar a migrantes con el argumento de la pandemia de la covid-19, una declaración de emergencia que está por terminar en EE.UU. En virtud de esta norma, EE.UU. llevó a cabo más de 2,5 millones de expulsiones en todo este tiempo, de acuerdo con datos de la organización International Rescue Committee.
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El Título 8 es mucho más severo porque califica como “no aptos” para solicitar asilo a aquellos que no hayan pedido protección en un tercer país durante su travesía hacia EE.UU., por lo que se les levantarían expedientes de cruce ilegal y se les impediría volver a requerir ayuda.
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La principal vía legal para solicitar asilo en EE.UU., a disposición de las personas que lleguen a la frontera, será a través de la aplicación móvil CBP One, que permite a los inmigrantes concertar citas con las autoridades para exponer sus casos; sin embargo, los usuarios denuncian que esta herramienta presenta constantes fallos y que muchos llevan más de un mes intentandolo sin poder acceder al servicio.
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Tras el fin del Título 42, EE.UU. ofrecerá unas 1.000 citas diarias para solicitar asilo a través de este procedimiento. Una cifra que, según han declarado funcionarios públicos, podría incrementarse “dependiendo de la capacidad” de los trabajadores del servicio de migración.
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Para implementar estas medidas, el Ejecutivo de Biden ordenó el despliegue, durante las últimas horas, de 24.000 funcionarios y 1.500 soldados en la frontera sur, con el propósito de frenar la ola de migrantes.
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Con la implementación de Título 8, es probable que aumenten las necesidades humanitarias ya que los servicios, incluidos los albergues, están al máximo de su capacidad en muchos lugares a lo largo de la frontera en territorio mexicano.
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