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Los estadounidenses votarán para renovar el Congreso y elegirán a 39 de los 50 gobernadores.

Los estadounidenses votarán para renovar el Congreso y elegirán a 39 de los 50 gobernadores. | Foto: La Prensa

Publicado 30 octubre 2018



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El resultado de los comicios será determinante para los dos próximos años de mandato de Donald Trump. Economía, inmigración, la posibilidad del impeachment y las cartas bomba, entre otros factores clave de cara a la elección.

Dos años después de que el republicano Donald Trump fuera elegido presidente de los Estados Unidos (EE.UU.) los ciudadanos de este país están llamados a votar nuevamente en las elecciones midterm (mitad del mandato) que se realizarán el próximo 6 de noviembre.

 

¿Qué son y qué se elige?

Las llamadas elecciones de mitad de mandato ocurren en EE.UU. cada cuatro años en el mes de noviembre al cumplirse los primeros dos años de la gestión presidencial. Los estadounidenses votarán para renovar el Congreso y elegirán a 39 de los 50 gobernadores, además de autoridades legislativas y ejecutivas locales. 

 

La elección de gobernadores no cobra mayor importancia hasta la próxima campaña presidencial, cuando los mandatarios regionales deciden su apoyo a uno u otro candidato a la presidencia. Por eso en esta elección de medio término lo verdaderamente decisivo pasa por la votación de los congresistas, quienes deciden gran parte de la política interna y externa del país.

 

>> Caravana migrante: ¿Foco político de Trump en comicios de EE.UU.?

 

Se eligen senadores y representantes para el Congreso, este es bicameral, integrado por el Senado y la Casa de los Representantes. Ambas cámaras trabajan en conjunto en la elaboración y aprobación de leyes federales y el Senado tiene además la potestad de confirmar a jueces y funcionarios al frente de instituciones del Estado.

Actualmente el Congreso en sus dos partes integrantes está controlado por el Partido Republicano, que sin mayores fisuras, apoya la gestión de Donald Trump.

 

En la Casa de los Representantes los demócratas aspiran a alcanzar la mayoría para así bloquear o trabar las iniciativas presidenciales, sobre todo en materia de inmigración. Allí se disputan 435 curules (bancas) una por cada distrito electoral. El Partido Demócrata es claro favorito en 201 distritos y el Partido Republicano en 191. Hay 43 que están por definirse.

 

En la composición actual de la Casa de los Representantes, los republicanos tienen 241 bancas y los demócratas 194. Para sacar adelante iniciativas legales se necesitan al menos 218 votos. En este sentido, para que el Partido Demócrata alcance la mayoría que busca debe arrebatarle a los republicanos al menos 23 asientos. Se trata de una posibilidad fáctica de acuerdo con las últimas encuestas y tendencias.  

 

Actualmente el Congreso en sus dos partes integrantes está controlado por el Partido Republicano. Foto: EFE

 

En el caso del Senado son 35 de los 100 curules que entrarán en la contienda electoral (26 en manos de demócratas y 9 en poder de republicanos). Si los republicanos perdieran dos de sus bancas, los demócratas podrían llegar a la mayoría aunque se trata de un escenario menos probable.

 

Ante un panorama donde los republicanos retuvieran el control del Senado y los demócratas se alzaran con la mayoría en la Casa de Representantes como estiman algunos analistas, la posibilidad de un cierre del gobierno federal sería altamente probable por la imposibilidad de que el Congreso vote las partidas presupuestarias de forma consensuada.

 

En EE.UU. un cierre de gobierno o administración -repetido en varias ocasiones a lo largo de su historia- es una situación en la que el Poder Ejecutivo suspende la prestación de todos los servicios públicos menos los considerados esenciales.

 

Resultados en años anteriores

 

Existe una regla general en la política estadounidense que marca que desde mediados del Siglo XIX el partido gobernante pierde un promedio de 32 curules en la Casa de los Representantes y dos en el Senado en cada elección de mitad de mandato.  

 

Cumpliéndose cabalmente esta regla, en la última elección de este tipo celebrada en 2014 cuando el demócrata Barack Obama ocupaba la presidencia, los republicanos reconquistaron el control del Senado y alcanzaron una mayoría histórica en representantes.

 

¿Por qué son importantes?

 

El resultado de estas elecciones podría ser determinante para los próximos dos años de mandato de Trump al frente de la Casa Blanca. Aunque los demócratas nunca han hablado abiertamente de remover ni forzar la renuncia del presidente, las investigaciones judiciales se ciernen sobre el mandatario en el caso de la supuesta interferencia rusa en las últimas elecciones presidenciales, y los pagos ilegales a mujeres por distintas situaciones de connotación sexual.

 

Si la Justicia estadounidense condenara a Trump en alguna de estas instancias, la Casa de Representantes podría avanzar en un impeachment (acusación) y el Senado iniciaría un juicio político formal. Con dos tercios de los senadores señalando al presidente como culpable este podría ser destituido.

 

Las investigaciones judiciales se ciernen sobre el presidente Donald Trump. Foto: Reuters

 

Asimismo, la política antimigratoria de Trump que ha sido objeto de una férrea oposición demócrata, podría encontrar un freno legislativo. También la política de guerra comercial con China y Rusia, y los nexos armamentísticos y petroleros con la monarquía de Arabia Saudita podrían ser objetivos a trabar en el Congreso.

 

¿Qué temas definen estas elecciones?

 

La marcha de la economía, la inmigración, la posibilidad del impeachment, el voto latino y femenino, y un clima enrarecido por las cartas bomba, son algunos de los temas que gravitarán en estos comicios.

 

La inmigración divide aguas, ya que el Partido Demócrata critica fuertemente a la administración Trump por la política de separación de familias migrantes, en tanto esta es vista como algo positivo desde los sectores más conservadores del republicanismo.

 

 

Esta política de cero tolerancia podría acercar el voto de jóvenes y minorías a los demócratas, en días en que la Caravana de Migrantes centroamericanos cobra especial importancia en los medios de comunicación estadounidenses. Como contraparte, la decisión de militarizar la frontera sur con México para impedir el paso a la Caravana podría sumar votos al partido gobernante desde segmentos conservadores.

 

>> Trump prevé usar caravana de migrantes como estrategia política 

 

El voto latino está llamado nuevamente a ser protagonista en esta elección y también podría estar directamente relacionado al tema migratorio. Más de 7.8 millones de latinos están en condición de votar, lo que significa un aumento del 6.9 por ciento en relación con la última elección de mitad de mandato.

 

 

Asimismo, el voto femenino promete gravitar a favor de los demócratas por las expresiones de violencia de género que se le han conocido a Trump, y por una cantidad inédita de mujeres candidatas.

 

Las elecciones llegarán en un clima político enrarecido por el envío de presuntas cartas bomba de fabricación casera dirigidas a prominentes figuras de la oposición al gobierno. El expresidente Obama, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, el magnate George Soros, el exfiscal general Eric Holder, entre otros, fueron víctimas de estos envíos.


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