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El presidente de Cuba denunció que la meta del imperialismo “es quebrar al país, provocar la descomposición social y generar la ingobernabilidad, un propósito en el que han fracasado rotundamente”.

El presidente de Cuba denunció que la meta del imperialismo “es quebrar al país, provocar la descomposición social y generar la ingobernabilidad, un propósito en el que han fracasado rotundamente”. | Foto: Cubadebate

Publicado 22 diciembre 2023



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El dignatario manifestó que en ocasiones no se menciona el bloqueo como un elemento esencial del conflicto entre Cuba y Estados Unidos.

El segundo periodo ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba en su décima legislatura, concluyó este viernes con las palabras del presidente cubano, Miguel Díaz Canel Bermúdez, quien afirmó que esta sesión del Parlamento "puede marcar el inicio de una nueva tendencia en el comportamiento de la economía cubana".

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Durante su discurso desde el Palacio de Convenciones de La Habana, capital de Cuba, el jefe de Estado señaló que las afectaciones del bloqueo estadounidense provocan profundas distorsiones y deformaciones estructurales que marcan el desempeño económico de la nación.

“Una vez más, todo dependerá de la capacidad que tengamos de ejecutar e implementar adecuadamente las medidas aprobadas aquí”, precisó el mandatario cubano.

 

Díaz-Canel manifestó que a los nuevos retos económicos que impondrá el 2024 se le ha denominado "economía de guerra" pues "debe operar en un escenario de política de máxima asfixia diseñada y aplicada contra un pequeño país por el más poderoso imperio de la historia”.

En este sentido, recordó que Cuba es un país del Tercer Mundo, marcado por la herencia del colonialismo y una larga y multifacética crisis agravada por guerras, las desigualdades que provoca el capitalismo neoliberal y que fueron agravadadas por la pandemia de la Covid-19.

El jefe de Estado instó a leer el capítulo segundo de la Ley Helms-Burton que confirma la permanencia del bloqueo contra Cuba hasta que sea derrocado el Gobierno revolucionario, desaparezcan las organizaciones políticas y de masas y sean devueltas las propiedades nacionalizadas, mientras se impone un Gobierno de transición en la Isla.

El dignatario manifestó que en ocasiones no se menciona el bloqueo como un elemento esencial de conflicto entre ambos países y las limitaciones que impone al desarrollo de Cuba.

Recordó que más de 30 veces consecutivas, la mayoría de los Gobiernos del mundo han respaldado mediante voto ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, la resolución cubana contra el bloqueo, y precisó que Cuba enfrenta los impactos del bloqueo con la solidaridad internacional.

 

El mandatario destacó que a esto se unen los efectos de la pospandemia y la crisis global; pero aseguró que los cubanos superarán los desafíos con resistencia creativa.

Díaz-Canel indicó que los efectos de la política del bloqueo tiene impactos significativos en la salud, la educación, el abasto de agua, los servicios comunales, el transporte público, la producción de alimentos y medicamentos, que requieren de la importación de equipos, piezas o combustible.

Denunció que la meta del imperialismo “es quebrar al país, provocar la descomposición social y generar la ingobernabilidad, un propósito en el que han fracasado rotundamente”.

En este sentido, se refirió a las acciones de desestabilización que se promueven en Estados Unidos contra Cuba e indicó que “no hay correspondencia, sino incoherencia” en la lucha contra el terrorismo por parte de Estados Unidos, así como la actitud permisiva que mantiene hacia personas de origen cubano que residen y financian y organizan acciones terroristas contra Cuba en esa nación.

“Exigimos a las autoridades norteamericanas que investiguen y tomen medidas, hagan justicia contra elementos que profesan el terrorismo y acciones violentas que no han cesado de aplicar estos métodos en medio de reforzamiento del bloqueo”, precisó.

El mandatario destacó que esta política ha sido recurrente en el contexto bilateral a lo largo de la historia y aseguró que los tres años de Gobierno del presidente Joe Biden “confirman que la hostilidad contra Cuba no responde a un partido sino que es una política afincada en la pretensión hegemónica de un imperio incapaz de aceptar la soberanía de su pequeño vecino”.


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