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Ante la continuidad de la Covid-19, hay más preguntas sobre el virus que ha afectado a más de 14 millones de personas.
Con la aparición de la Covid-19 en el mundo, que ha impactado en todos los sectores y áreas de la sociedad, surgieron diversas dudas entre la población ante un virus desconocido y que generó cambios importantes en la forma de vida que se llevaba.
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Científicos, investigadores y profesionales de la salud del mundo se han unido a una batalla contra reloj para descifrar todo lo concerniente al nuevo coronavirus y así dar con una vacuna para proteger a la población.
Sin embargo, a meses del inicio de la pandemia mundial, aún existen diversas interrogantes sobre la Covid-19, que ya ha afectado a más de 14 millones. Al respecto, les dejamos algunas preguntas y respuestas sobre la pandemia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con la Alianza para las Vacunas GAVI, trabaja en el proyecto Covax, integrado por 165 países, que refieren la existencia de más de 150 vacunas candidatas en trámite y más de 20 de ellas ya se están probando en voluntarios.
Por su parte, Rusia, uno de los países con más adelantos en esta esfera, anunció el pasado 12 de julio que concluyó con éxito las pruebas clínicas en voluntarios de uno de los prototipos de vacuna contra la Covid-19. Además, su Ministerio de Salud reportó que, de los 47 prototipos de vacuna desarrollados en esta nación, 17 ya reportan grandes avances.
Expertos internacionales consideran que el nuevo coronavirus se podría autodisipar ante las “medidas de distanciamiento social extremo a corto plazo y los bloqueos”. Además, señalan que “existe una posibilidad real de que el virus se queme naturalmente antes de que se desarrolle cualquier vacuna”.
Según la OMS, la cuarentena y las pruebas continúan siendo la mejor manera de combatir la propagación del virus, y solo una vacuna podría poner fin a la Covid-19. También alertó, en mayo pasado, que la pandemia está lejos de terminar, sin descartar una “segunda o tercera ola”.
A inicios de mayo pasado, un estudio dirigido por científicos del Laboratorio Nacional de Los Álamos en Estados Unidos (EE.UU.), identificó una nueva cepa del virus en Europa, que se propagaba más rápido, y podía hacer que las personas sean vulnerables a una segunda infección.
El director de epidemiología de la Universidad de Berna, Suiza, doctor Óscar Franco, explica que el SARS-CoV-2 se transforma, en promedio, dos veces al mes, y la variante G614 es la que predomina, siendo más infecciosa y rápida que la variante original detectada en China.
Asimismo, señala que estas mutaciones o cambios no influyen en una mayor tasa de complicaciones y letalidad por el momento. Franco acota que “la evolución en los virus favorece a una disminución en la letalidad” e instó a ser optimistas.
A mediados de marzo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) explicaba que, debido a la carencia de información sobre la Covid-19, aún no se podía “decir con total certeza que una persona que ha sido infectada con el virus no puede volver a infectarse”.
Sin embargo, en mayo pasado, investigadores del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Corea del Sur estudiaron a 285 personas que habían superado la enfermedad y demostraron que pacientes positivos al virus después de varias semanas de recuperación, no pueden volver a transmitir la infección y tampoco implica que se reinfectaron.
De acuerdo con la OMS, la Covid-19 está causada por un virus que pertenece a la familia de Coronaviridae, no por una bacteria. En el caso de los antibióticos, indican que no funcionan contra los virus, sino contra las bacterias, por lo que no deben utilizarse dichos medicamentos “ni para prevenir ni para tratar la infección”.
Solo en el caso de las personas que enferman de Covid-19 y desarrollan una infección bacteriana como complicación se le puede realizar la administración de antibióticos, han recomendado.
Un estudio, publicado en abril pasado por la revista Nature, reveló que las personas infectadas con influenza, rinovirus o un coronavirus, al emplear una mascarilla, bloquean casi el 100 por ciento de las gotículas virales que exhalaron.
Los científicos participantes en la investigación explicaron que, “cuando la mano toca la superficie de la máscara, puede propagar el virus al área de contacto posterior. Como resultado, la superficie de las máscaras se convierte en una fuente de contaminación”.
Esto se suma al llamado de la OMS sobre la importancia de mantener una correcta higiene de las manos, no tocarse la cara y mantener la distancia de al menos un metro.
Al reportarse los primeros casos del nuevo coronavirus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que los síntomas más habituales eran la fiebre, la tos seca y el cansancio. Otros como congestión nasal y dolor de cabeza aparecieron posteriormente.
A medida que los contagios fueron apareciendo, se identificaron muchas otras sintomatologías. Pocos frecuentes, la Covid-19 puede ocasionar disímiles síntomas: Dificultad de hablar o moverse, conjuntivitis, formación de coágulos sanguíneos o accidentes cerebrovasculares en jóvenes; afecciones cutáneas y reacciones inflamatorias, confusión, diarrea y vómitos, entre otros.
Un estudio de la empresa de genómica personal y biotecnología con sede en Sunnyvale, California (EE.UU.), 23andMe, refiere que las personas cuyo grupo sanguíneo es O, parecen estar más protegidas contra la Covid-19, si se comparan con los demás tipos de sangre.
Por su parte, el Centro de Medicina Basada en la Evidencia y el Hospital Zhongnan de la Universidad de Wuhan indicó que, quienes tienen sangre tipo A, son más vulnerables a la infección y tienden a presentar síntomas más graves.
En este último caso, el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), del Instituto de Salud Carlos III, aseguró que quienes pertenecen al grupo sanguíneo A tienen un 50 por ciento más de riesgo de necesidad de apoyo respiratorio.
La OMS afirma que no se ha detectado el virus activo en la leche de ninguna madre con sospecha o confirmación de Covid-19. Por lo tanto, “parece poco probable que la enfermedad pueda transmitirse al amamantar o a través de la leche materna extraída de una mujer considerada caso sospechoso o confirmado de Covid-19”.
En cuanto al proceso de amamantar siendo positiva la madre, las investigaciones realizadas tampoco han identificado transmisión a través del amamantamiento, asegura la OMS.
No obstante, durante el amamantamiento la madre deberá aplicar las medidas de higiene adecuadas “que incluyen el uso de una mascarilla médica, si dispone de ella, para reducir la posibilidad de transmitir al bebé las gotitas respiratorias con el virus de la Covid-19”.
La OMS manifiesta que el virus que provoca la Covid-19 se transmite a través de las gotitas respiratorias que expulsa una persona infectada al toser o estornudar a menos de un metro, no por partículas suspendidas en el aire, excepto en casos específicos de tratamientos hospitalarios.
Sin embargo, a principios de julio, la organización reconoció que no puede descartarse el contagio del virus a través de partículas suspendidas en el aire, en espacios cerrados o pocos ventilados. Este anuncio surgió luego que más de 200 científicos de 32 países instaran a la OMS a evaluar la posibilidad ante diversos estudios realizados.
