Canciller de Cuba señala que Biden sostiene política de bloqueo

El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció este jueves que la actual administración del Gobierno de los Estados Unidos, mantiene intacta la política de máxima presión contra su nación que articuló Donald Trump, y exigió el cese del bloqueo económico, comercial y financiero de la Casa Blanca, que dura ya más de 60 años.

LEA TAMBIÉN:

Bloqueo de EE.UU. a Cuba: ¿se esfuma la esperanza Biden?

Rodríguez Parrilla precisó que el actual Ejecutivo estadounidense sigue aplicando el bloqueo en su conjunto, así como las más de 240 medidas aplicadas por Trump y las más de 50 medidas que enfiló contra Cuba durante la pandemia.

Manifestó que Washington se aprovecha una situación de pandemia para aplicar una política de máxima presión y tratar de arrancarle concesiones políticas a La Habana.

Aseveró que dentro de la sociedad estadounidense mucha gente cree que el bloqueo es un error, que no ha cumplido sus objetivos y los aísla internacionalmente.

Afirmó que se está aplicando la misma política en momentos en que Estados Unidos es dirigido por una nueva Administración, con un discurso distinto.

Subrayó que ello daría motivos para preguntarse si ese enfoque hacia Cuba pasará de ser exógeno a convertirse en propio, con lo cual la actual Administración se apartaría, incluso, de la posición que asumió sobre este tema durante la campaña electoral.

El Canciller cubano exigió nuevamente el levantamiento del bloqueo, condenado este miércoles por vigésimo novena ocasión en el seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU).

Refirió que tiene un costo humano inconmesurable y alcanza a cada familia cubana y a los cubanos que viven en EE.UU. y otros países.

Dijo que en Cuba provoca carencias, privaciones, sufrimiento y ansiedad, generando afectaciones en todos los aspectos de la vida y durante varias generaciones.

Ratificó que entre 2019 y 2020, las medidas restrictivas unilaterales de la Casa Blanca ocasionaron a la economía pequeña y subdesarrollada de Cuba pérdidas por más de 5.000 millones de dólares, mientras que los daños acumulados sobrepasan ya los 147.000 millones de dólares.

Señaló que, pese a ello, esa economía hace proezas como la educación, la salud, el empleo, la seguridad social de alcance universal, o producir cinco candidatos vacunales, tres de los cuales se utilizan en estudios de intervención sanitaria que despliega la nación caribeña para hacer frente a la Covid-19, entre ellos dos de probada eficacia como Abdala y Soberana 02.

Aclaró que el bloqueo estadounidense no es un asunto bilateral, sino una cuestión esencial de derecho internacional, de violación de derechos humanos, de restricción de comercio y libertad de navegación, razones por las cuales numerosas naciones se han dotado de leyes antídoto.

Recordó que tiene efectos extraterritoriales y de él no escapa ningún país en el planeta, por el peso que tienen la economía y las finanzas de EE.UU. a nivel global.

Abundó que esa política hostil daña profundamente, incluso, a los aliados de EE.UU., violenta su soberanía y los somete a decisiones de las Cortes estadounidenses, entre otros perjuicios.

Por último, destacó que, como el coronavirus, el bloqueo asfixia y mata, pero “tendrá que cesar, porque es la voluntad del pueblo cubano, de la comunidad internacional (…) y de la mayoría de la sociedad estadounidense y de los cubanos que residen” en EE.UU.

Rodríguez Parrilla también valoró el reconocimiento que expresó la mayoría de los países del mundo a Cuba durante del debate de la resolución contra el bloqueo.

Consideró que su país solo ha cumplido de manera modesta y discreta su deber de cooperación con las naciones del Sur, en particular en el ámbito de la salud.

Puntualizó que, ante la necesidad de hacer frente a la Covid-19, Cuba envió 57 brigadas del contingente médico Henry Reeve a más de 40 países y territorios, y agregó que más de 28.000 profesionales de la salud brindaban asistencia médica en 58 naciones cuando ocurrió el brote pandémico.