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Se trata de los mismos exfuncionarios de las FFAA que habían pedido de manera pública la renuncia de Evo Morales en 2019.
La Fiscalía boliviana, la cual lleva adelante la investigación del llamado caso "Golpe de Estado II", imputó este martes a la cúpula militar golpista por lo que llama una investidura irregular que llevó a la ruptura del orden constitucional en noviembre de 2019.
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De acuerdo a la tesis de la Fiscalía, defendida por los fiscales Omar Mejillones y Lupe Zabala, existía un plan previo a los hechos que llevaron al golpe de Estado de noviembre de 2019.
En ese sentido, la Fiscalía los acusa haber tenido una participación dolosa en lo que llamaron el acto final de investidura presidencial irregular de Jeanine Áñez, quien asumió el Gobierno de facto tras el golpe de Estado contra Evo Morales.
Las acusaciones son parte del entramado del caso llamado "Golpe de Estado II", pues el primero es la acusación en particular contra Áñez y donde se investiga el mecanismo usado por la exgobernante de facto para acceder a la Presidencia del Estado Plurinacional.
De momento, los implicados son: Flavio Gustavo Arce, exjefe del Estado Mayor, Pastor Mendieta, excomandante del Ejército, Gonzalo Terceros, excomandante de la Fuerza Aérea, y Palmiro Jarjury, excomandante de la Armada.
Son los mismos militares que pidieron la renuncia del presidente constitucional Evo Morales en la rueda de prensa del 10 de noviembre del 2019, encabezada por el entonces comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman.
En relación con aquellos hechos, la Fiscalía señala que tal sugerencia de renuncia, tenía un carácter de imposición, por lo cual los acusados serán investigados por haber apoyado y colaborado con Áñez en su autoproclamación, siendo que no se constituyó sesión de Asamblea Legislativa Plurinacional alguna.
