El relator de la ONU enfatizó en la necesidad de una intervención internacional decisiva, pues “la ocupación no morirá por sí misma”.
El relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Michael Lynk, destacó este miércoles que la comunidad internacional tiene la responsabilidad y el deber legal de obligar a Israel a poner fin a su ocupación ilegal en el territorio de Palestina.
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Lynk presentó un informe a la Asamblea General de la ONU donde llamó a eliminar las barreras para el cumplimiento de la autodeterminación del pueblo palestino.
"La comunidad internacional ha emitido innumerables resoluciones y declaraciones críticas sobre la interminable ocupación israelí", señaló el funcionario del organismo.
“This 52-year-old occupation – the longest in the modern world – has been characterized by a strong sense of impunity by the occupying power. #Israel has rarely faced meaningful consequences for its defiant behavior," Michael Lynk, @UN Special Rapporteur. https://t.co/uRqTFDI0nj pic.twitter.com/LqELaR8jsQ
— UN Geneva (@UNGeneva) October 23, 2019
Asimismo, el relator de la ONU enfatizó en la necesidad de una intervención internacional decisiva, pues “la ocupación no morirá por sí misma”.
"La rendición de cuentas es la clave para abrir la jaula de titanio que es la ocupación permanente", destacó.
Occupied #Palestinian territory: @UN expert Michael Lynk calls for decisive response to end #Israel’s ‘occu-annexation’.
— UN Geneva (@UNGeneva) October 23, 2019
“Accountability is the key to opening the titanium cage that is the permanent occupation."
Full statement: https://t.co/y2Ln5Qe6q3 pic.twitter.com/4uPlpuKBUp
En el texto subraya cómo son violados los derechos humanos en los territorios ocupados y describe algunos ejemplos modernos de aplicación de presión, como declaraciones públicas diplomáticas, sanciones comerciales, prohibiciones de vuelos, restricciones de viaje y reducción o suspensión de ayudas.
Además, Lynk recordó que la ocupación israelí en territorio palestino es la más larga del mundo moderno y se ha caracterizado por la impunidad con la que las naciones han tratado al régimen de Tel Aviv.