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Cerca de 400 fieles recibieron al Pontífice con banderas y cánticos estuvieron junto a la zona de autoridades.
Este viernes, el papa Francisco llegó Rumanía para comenzar su viaje apostólico que terminará el domingo 2 de junio. El viaje tiene un objetivo ecuménico, además de confirmación y fortalecimiento de la comunidad católica del país.
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El avión de la compañía italiana Alitalia que trasladó al papa Francisco despegó del aeropuerto de Roma Fiumicino a las 8:10 de la mañana (hora italiana), y aterrizó en el aeropuerto Henri Coandă-Otopeni de Bucarest a las 11.30 (hora de Rumanía).
El Pontífice fue recibido en el aeropuerto por el presidente de Rumanía, Klaus Werner Iohannis, junto con su mujer. Así también dos niños vestidos con traje tradicional lo saludaron y le entregaron un ramo de flores.
Cerca de 400 fieles recibieron al Pontífice con banderas y cánticos estuvieron junto a la zona de autoridades. Después de atravesar la Guardia de Honor, el papa Francisco saludó a los Obispos de Rumanía y, a continuación, se trasladó en auto al Palacio Cotroceni, sede presidencial para la ceremonia de bienvenida.
Contemplar a María nos permite dirigir la mirada a tantas mujeres, madres y abuelas que, con sacrificio y discreción, abnegación y compromiso, labran el presente y tejen los sueños del mañana. #ViajeApostólico #Romanía
— Papa Francisco (@Pontifex_es) 31 de mayo de 2019
Durante el trayecto entre Roma y Bucarest, el papa Francisco dijo a la prensa que lo acompañaba: “ Nos dicen que el tiempo no será bueno, que lloverá, pero esperemos que suceda lo mismo que en Bulgaria, que decíamos eso mismo y al final todo fue bien”.
Según el Vaticano, este viaje tiene un objetivo ecuménico, además de confirmación y fortalecimiento de la comunidad católica del país. Según informó el director de la sala de prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti: “el tema del ecumenismo de sangre estará muy presente con la beatificación de los siete Obispos greco-católicos mártires en la última jornada”. Por ello, la beatificación de los Obispos mártires greco-católicos, el 2 de junio, será el acto principal del viaje. “El dato de la beatificación es muy significativo en el camino de reforzamiento del diálogo entre católicos y ortodoxos”, señaló Gisotti.
La visita del Pontífice argentino se lleva a cabo veinte años después de la de Juan Pablo II, en 1999, un encuentro histórico porque fue el primer viaje de un obispo de Roma a este país de Europa del este, tras su pasado comunista.
