Unos 65 periodistas murieron en el mundo en 2017, que ahora es el año menos mortífero de los últimos 14 para los profesionales de la comunicación en el globo, informó este martes la organización no gubernamental Reporteros Sin Fronteras (RSF).
De ellos, 26 periodistas murieron mientras ejercían su labor o fueron víctimas de ataques aéreos, de artillería, atentados suicidas u otros incidentes mortales; los otros 39 fueron atacados deliberadamente y asesinados porque su trabajo amenazaba intereses políticos, económicos o criminales.
En 2016 fueron asesinados 79 profesionales de la comunicación.
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Los países más mortíferos para periodistas en 2017, según RSF, fueron Siria y México, con 12 y 11 asesinatos, respectivamente. Les siguen Afganistán (nueve), Irak (ocho) y Filipinas (cuatro).
Si bien los conflictos armados ponen en peligro la vida de los periodistas que los cubren, en países como México "carteles y políticos locales hacen reinar el terror", lo que obliga a muchos periodistas a "dejar su país o su profesión".
"México es el país en paz más peligroso en el mundo para los reporteros", alerta RSF. En el país latinoamericano son perseguidos "casi sistemáticamente, amenazados e incluso ejecutados a sangre fría", sostiene la organización, que mencionó el caso de Javier Valdez, quien fue víctima de un homicidio el 15 de mayo pasado en la ciudad mexicana de Culiacán, Sinaloa.
Sumado a esto, contabilizó 326 periodistas encarcelados en el mundo.