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Ilka Oliva Corado
Ilka Oliva Corado

Escritora y poetisa. Ilka Oliva Corado nació en Comapa, Jutiapa, Guatemala, el 8 de agosto de 1979. Se graduó de maestra de Educación Física para luego dedicarse al arbitraje profesional de fútbol. Hizo estudios de psicología en la Universidad de San Carlos de Guatemala, carrera interrumpida por su decisión de emigrar a Estados Unidos en 2003, travesía que realizó como indocumentada cruzando el desierto de Sonora en el estado de Arizona. Es autora de cuatro libros.

155 Notas publicadas

Notas recientes

En los primeros años, Filomena anotaba en español en una libreta y con un traductor inglés-español traducía la lista para comprar en el supermercado, todo para comida kosher.

De los doce sólo uno quedó en Guatemala, los otros están dispersos a lo largo y ancho de Estados Unidos, Jacinta lleva veinte años sin verlos físicamente, son indocumentados como ella y se limitan a ir del trabajo a su casa y viceversa.

Francisco tiene la suerte de trabajar de lunes a domingo sin importar el clima. Así le cuenta a su mamá en su natal Morazán, El Salvador, cada vez que la llama por teléfono.

Calandria Guadalupe, comenzó a trabajar en la elaboración de comales de barro a la edad de cinco años, en la comunidad de Santa María Magdalena Tiltepequec, Santos Reyes Nopala, Oaxaca, México.

Durante años sólo conocieron su voz cuando él llamaba por teléfono los fines de semana y observaron las únicas dos fotografías que tenía su madre junto a él, ninguna en familia. 

Será uno más de las estadísticas de migrantes indocumentados que fallecen en el exilio, sin un familiar cerca, que su cuerpo pasará meses congelado en la morgue hasta que .... lo envíen a su país de origen.

Cecilia nunca imaginó que, de trabajar en una maquila en su natal Puerto Lempira, Gracias a Dios, Honduras, llegaría a trabajar pintando casas en Estados Unidos. Ella no aterrizó en restaurantes de comida rápida, tampoco en trabajos de mantenimiento, la esperaba el rubro de la construcción y la jardinería.

Es en las noches en su tercer trabajo cuando lo ataca la nostalgia por el clima cálido de su tierra natal, Campestre es parte de las cuadrillas de indocumentados que cuando neva van a limpiar con pala y escoba las aceras y estacionamientos de casas y edificios residenciales.

Escucha a lo lejos la alarma del reloj despertador, voltea a ver, son las tres y treinta de la madrugada, se levanta adormitado y camina hacia el baño.

Las generaciones más jóvenes creen que el fútbol se inventó hace diez años y que los campos sintéticos o engramillados siempre han estado ahí.