La enviada especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Sahel, Hiroute Guebre Sellasie, expresó su alarma ante el Consejo de Seguridad de ese organismo ante reportes sobre la presunta presencia del Estado Islámico en el desierto libio.
"Generan alarma los informes recurrentes sobre la presencia de campos de entrenamiento de los extremistas islámicos sunnitas en Libia, lo cual añade una nueva amenaza a la ya convulsa región" señaló la diplomática.
Desde hace varios meses el Estado Islámico ha desarrollado acciones de violencia en Siria e Irak; lo que llamó la atención de la comunidad internacional. Debido a ello precisó que la presencia del EI atenta contra la estabilidad de los países entre el desierto del Sahara y la sabana de Sudán.
Sellasie indicó que esto ratificar la importancia de controlar la crisis en Libia; donde el derrocamiento y asesinato de Muamar Gadafi en 2011 por parte de la OTAN ha generado una espiral de violencia.
"El sur del país se está convirtiendo en un santuario del terrorismo, y eso amenaza a todo el Sahel" explicó la funcionaria; quien resaltó la actividad del grupo Boko Haram al norte de Nigeria y los conflictos en Mali y República Centroafricana.
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