Fueron demovidos 28 militares y un civil. La medida forma parte del proceso de renovación del Gabinete de Seguridad Institucional determinado por el presidente Lula.
El ministro interino del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) de Brasil, Ricardo Cappelli, destituyó a 28 militares y un civil que cumplían diversas funciones en esa cartera, luego de la orden del presidente Luiz Inácio Lula da Silva de renovarla tras los ataques del 8 de enero contra las sedes de los tres poderes del Estado.
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En un comunicado, Cappelli explicó que la medida forma parte del proceso de renovación del GSI determinado por el presidente Lula.
Detalló que está trabajando para concluir en el menor tiempo posible una investigación para conocer la participación de funcionarios públicos en los actos golpistas del 8 de enero. La fecha límite para cerrar esta pesquisa es el 30 de mayo.
Demos cumprimento hoje à determinação do presidente @LulaOficial de acelerar o processo de renovação do GSI.
— Ricardo Cappelli (@RicardoCappelli) April 26, 2023
Entre los despedidos este miércoles hay tres de los cuatro secretarios del GSI. En cuanto al rango militar, aparecen tres generales, un contraalmirante, ocho coroneles, dos mayores y dos capitanes, entre otros oficiales provenientes de las filas militares o policiales.
El lunes pasado Capelli declaró que Lula había decidido acelerar la renovación del personal y precisó que hasta ese momento el 35 por ciento del equipo ya había pasado por el cambio.
���� Después de la sustitución del ministro de Gabinete de Seguridad Institucional Gonçalves Dias, el ministro interino Ricardo Capelli retira del cargo 3 de los 4 secretarios nacionales del ministerio y 26 funcionarios, entre ellos militares y policías.
— Nacho Lemus (@LemusteleSUR) April 26, 2023
Cappelli fue nombrado al frente del GSI el 19 de abril pasado, en sustitución del general Marco Edson Gonçalves Dias, que dimitió tras la divulgación de un vídeo en que se le ve junto a otros funcionarios circulando entre los terroristas que invadieron el Palacio de Planalto (sede del Poder Ejecutivo) el 8 de enero pasado.
Incluso, se aprecia cómo les brindan botellas de agua a los golpistas y les indican la salida, aunque Gonçalves Dias alegó que trataban de orientar a los asaltantes, seguidores del expresidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, sobre sus detenciones.