El 2 de noviembre de 2001 la Conferencia General de la Unesco proclamó el 10 de noviembre como el Día Mundial de Ciencia, después de haber asumido un compromiso con la Conferencia Mundial de la Ciencia, en Budapest en 1999.
Cada año se escoge un lema para enmarcar las actividades que se realizan alrededor del mundo con motivo de este día. Este año rinde homenaje a la función que desempeñan los centros y museos científicos de todo el mundo.
“Son lugares abiertos al público, donde los visitantes pueden aprender acerca de los misterios del mundo que nos rodea. Promueven la creatividad, divulgan el conocimiento científico, ayudan a los maestros a motivar e inspirar a los alumnos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, mejoran la calidad de la educación científica y fomentan la enseñanza dentro de un contexto social”, agregó.
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Los museos son lugares que ayudan a modificar la percepción negativa de la ciencia y amplía de manera significante el conocimiento de la colectividad.
Este año, el objetivo es renovar el compromiso que debe asumir cada país en pro de la ciencia para la paz y el desarrollo, así como hacer hincapié en el uso responsable de la ciencia en beneficio de las sociedades.
De igual forma, busca erradicar de la pobreza y garantizar la seguridad humana, servir como instrumento motivador para que los jóvenes y niños se interesen en áreas como la economía, las matemática, la ingeniería, entre otras.
Se trata de iniciativas clave para fijar una nueva visión de prosperidad, paz y armonía con el planeta, las cuales demandan conocimiento e innovación.
Este día representa una oportunidad para mostrar a la sociedad los beneficios de la ciencia y derribar la brecha que existe entre ambas.