Continúan protestas en Haití por escasez de combustible

Este viernes la policía haitiana enfrentó a cientos de manifestantes en las protestas en Puerto Príncipe y otras regiones del país, a causa de la crisis de desabastecimiento de combustibles en la nación, motivo por el cual piden la renuncia del actual presidente Jovenel Moise.

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Los manifestantes exigían, además, la celebración de juicios contra malversadores de fondos públicos y una conferencia nacional soberana, entre otras demandas.

Las fuerzas policiales reprimieron la violencia de los manifestantes con gases lacrimógenos para dispersar la marcha que fue convocada por partidos opositores y movimientos sociales, cuyo objetivo era llegar al Palacio Presidencial.

Los enfrentamientos han causado más de 50 heridos y se reportan alrededor de tres muertes a causa de los enfrentamientos violentos entre manifestantes y policíaS. Además, cerca de 80 personas han sido también detenidas.

A pesar de que recientemente el gobierno anunció la llegada de varios cargamentos de combustible, la mayoría de las gasolineras permanecen cerradas.

El Comité de seguimiento del Foro Patriótico por un Acuerdo Nacional en Haití declaró que "consideramos que lo que la población está sufriendo es consecuencia de un sistema antipopular agotado que está llegando a su fin", aseguró el comité, al tiempo que insistió en que "el sistema solo genera exclusión, desigualdad, corrupción, hambre, miseria, analfabetismo y desempleo crónico".

Los manifestantes denuncian la gestión gubernamental, y la supuesta escasez, que a su juicio es inducida por los responsables de surtidores.

Esta jornada de protestas coincide con el 261 aniversario del natalicio de Jean-Jacques Dessalines, padre de la independencia haitiana.

Desde el lunes pasado, Puerto Príncipe y otras ciudades haitianas se ha sumergido en una ola de protestas diarias contra la escasez de combustible que sufre el país desde agosto último.

Estos acontecimientos han derivado en la paralización de varios servicios durante la última semana como el transporte público, escuelas, comercios, empresas e instituciones públicas, luego de casi tres semanas de racionamiento de combustible.