Anualmente, mueren alrededor de 250 mil personas en todo el mundo. Por ello, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) insta a minimizar el daño a través de una serie de medidas.
En 1989, la Asamblea General de la ONU designó el 13 de octubre como el Día Internacional para la Reducción de Desastres Naturales "a fin de promover una cultura mundial para la reducción de desastres, lo cual incluye su prevención y mitigación".
En la actualidad destacan medidas como campañas de información para la ciudadanía, que permitan a las comunidades estar preparadas para la llegada de los fenómenos naturales.
Reducir las emisiones contaminantes también es una acción fundamental, así lo afirma el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), en base a estudios realizados recientemente.
La ONU considera que es vital aumentar la cooperación internacional, especialmente entre los países en desarrollo, para así incrementar la disponibilidad de los sistemas de alerta.
El exhorto también es a mejorar la protección a las personas con discapacidad, de edad avanzada, o a comunidades indígenas, consideradas como especialmente vulnerables por Naciones Unidas.
En América Latina hay países que han reducido considerablemente el riesgo de desastres en los últimos años. Brasil, Costa Rica, Cuba, Ecuador y México sobresalen en esa lista.
Para 2020, la ONU aspira que se haya ampliado el número con estrategias de respuesta.