La medida no solo afecta al exmandatario, sino a su familia, dentro de ella, a un hijo excandidato presidencial.
El expresidente de Ecuador, Abdalá Bucaram, no podrá ingresar a Estados Unidos desde este miércoles debido a lo que el Departamento de Estado de ese país llamó su "su participación en actos significativos de corrupción” mientras fue jefe de Estado entre 1996 y 1997.
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En las razones que aduce una nota del portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, alude, asimismo, "la apropiación indebida de fondos públicos, la aceptación de sobornos y la interferencia en los procesos públicos".
Según la Embajada de EE.UU. en Ecuador, la cual refiere la nota de prensa, la decisión alrededor del exmandatario se produce porque, a juicio estadounidense, el político ecuatoriano "todavía no ha rendido cuentas por su traición a la confianza pública".
‼️El gobierno de @JoeBiden declara al ex presidente ecuatoriano @abdalabucaram y su familia como “NO ELEGIBLE PARA ENTRAR A EEUU”‼️
— Orlando Pérez (@OrlandoPerezEC) March 9, 2022
En otras palabras le quita la visa a él y quien fue candidato presidencial @daloes10, por “socavar la democracia en Ecuador”���� https://t.co/uGTmTRZuNZ
En este sentido, el Departamento de Estado también designa a la esposa de Bucaram, María Rosa Pulley Vergara, y a sus hijos, Jacobo Bucaram Pulley, Abdalá Jaime Bucaram Pulley, quien fue candidato presidecial y Michel Bucaram Pulley.
Bucaram regresó al Ecuador en junio de 2017, 20 años después de permanecer autoexiliado en Panamá y luego de que los procesos en su contra por peculado prescribieran. El derrocamiento de Bucaram se dio el 6 de febrero de 1997, después de que el Congreso Nacional lo destituyera por “incapacidad mental para gobernar”.
.@StateINL: Los actos de corrupción del expresidente Abdalá Jaime Bucaram Ortiz han socavado la democracia en el Ecuador. Durante el #AñoDeAcción, nos mantenemos #UnidosContraLaCorrupción con nuestros socios. https://t.co/Lbs7bY2dOC pic.twitter.com/Tj5i3Mbufz
— US Embassy Ecuador (@USembassyEC) March 9, 2022
No obstante la prescripción de los cargos de corrupción, el exmandatario tiene tres procesos en su contra: por tráfico de armas de fuego, tráfico de bienes patrimoniales y delincuencia organizada, en el que también está involucrado su hijo, Jacobo Bucaram.