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México se comprometió a recibir a los migrantes centroamericanos que deseen ingresar a Estados Unidos, mientras éstos tramitan los documentos para ser admitidos en ese país.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, informó este lunes que las delegaciones de los Gobiernos de Estados Unidos y México se reunirán en un lapso de 45 días con el fin de evaluar los alcances del recién aprobado acuerdo migratorio entre ambas naciones.
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En este sentido, Ebrard destacó que el pacto entre estos países intenta frenar el flujo de migrantes irregulares a través de la denominada frontera común.
"Confiamos en que las medidas que propusimos tengan éxito y si no habrá que volver a sentarse, no lo estoy ocultando", aseveró el jefe de la diplomacia mexicana.
Aquí texto de los acuerdos con EU pic.twitter.com/IKKZTSxSWI
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) 10 de junio de 2019
El canciller rechazó este lunes que haya un acuerdo adicional dentro de las negociaciones con Estados Unidos, luego que el mandatario estadounidense Donald Trump adelantó la existencia de un convenio fuera del tratado de migración.
En conferencia de prensa, el funcionario respondió a una pregunta sobre los mensajes que el presidente de Estados Unidos ha realizado en Twitter sobre que México había acordado "comenzar a comprar grandes cantidades de productos agrícolas de nuestros grandes agricultores patriotas".
El jefe de la diplomacia mexicana, quien encabezó las negociaciones con la parte estadounidense, precisó que el trato al que llegaron es migratorio y no a uno comercial.
Asimismo, las partes involucradas en el pacto fronterizo acordaron reunirse de manera definitiva en 90 días, una vez que hayan llevado a cabo la segunda revisión de los objetivos del pacto de migración.
Dentro de los dictámenes de esta negociación se estableció la lucha por disminuir la crisis humanitaria desatada en los últimos meses en los países que integran la región centro del continente americano, así lo dispuso el párrafo introductorio del documento de la reunión entre México y EE.UU.
Por otra parte, el Gobierno mexicano se comprometió a reforzar la frontera sur a través de la permanencia de la Guardia Nacional Mexicana, para el monitoreo y la reducción de migración irregular e incumplimiento de las leyes migratorias de ambas naciones.
Las administraciones norteamericanas decidieron unificar esfuerzos para disminuir el tráfico y la trata de personas, mediante el desmantelamiento de organizaciones delictivas que se encargan de estos delitos en la frontera común.
