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El papa destacó que “la experiencia de la pandemia nos enseña que nadie puede salvarse solo, pero que juntos podemos recorrer caminos de paz y desarrollo”.

El papa destacó que “la experiencia de la pandemia nos enseña que nadie puede salvarse solo, pero que juntos podemos recorrer caminos de paz y desarrollo”. | Foto: EFE

Publicado 1 enero 2023



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El jefe de Estado lamentó el fallecimiento del papa emérito Benedicto XVI, “que ayer por la mañana partió de este mundo”.

En la Jornada Mundial de la Paz 2023 que la Iglesia Católica Romana celebra este domingo 1 de enero, el papa Francisco lanzó lo que él mismo llamó un "enérgico llamado" en el cual condenó la guerra y pidió utilizar el dinero a favor de la salud, alimentación, educación y trabajo.

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El jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano dijo que “en todo el mundo, en todos los pueblos, se alza el grito: ¡No a la guerra! ¡No al rearme! Los recursos se destinan al desarrollo: salud, alimentación, educación, trabajo”.

Así se manifestó el líder religioso ante más de 40.000 personas reunidas en la Plaza de San Pedro, quien recordó que la Jornada Mundial de la Paz fue instituida por el papa San Pablo VI para “dedicar a la oración y a la reflexión por la paz en el mundo”.

El Sumo Pontífice indicó que “no perdemos la esperanza, porque tenemos fe en Dios, que en Jesucristo nos ha abierto el camino de la paz”.

En ese sentido, el papa destacó que “la experiencia de la pandemia nos enseña que nadie puede salvarse solo, pero que juntos podemos recorrer caminos de paz y desarrollo”.

“Al celebrar hoy la Jornada Mundial de la Paz, retomemos conciencia de la responsabilidad que se nos ha confiado para construir el futuro: frente a las crisis personales y sociales que vivimos, frente a la tragedia de la guerra ‘estamos llamados a afrontar los retos de nuestro mundo con responsabilidad y compasión”, afirmó el jefe de Estado.

Asimismo, Francisco encomendó a la Virgen María a quien llamó el "amado" papa emérito Benedicto XVI, su predecesor, fallecido el sábado a los 95 años.

"Hoy encomendamos a la Madre Santísima el amado papa emérito Benedicto XVI para que le acompañe en su paso desde este mundo hacia Dios", dijo el pontífice.


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