El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, presentó este domingo su último discurso anual ante el Parlamento, en el que sostiene que su país exhibe una "economía sana", pese a que su gestión económica ha sido criticada debido a la caída del ritmo de crecimiento del producto interno bruto (PIB).
Según el mandatario, la nación dejó atrás la "burbuja financiera que se alimentaba de la corrupción y el blanqueo de capitales" y que la economía de Panamá "crece a niveles adecuados, con dinero limpio y trabajo honesto del pueblo panameño".
Ello "a pesar de las situaciones complicadas que hemos vivido luchando contra la corrupción, y el ataque a nuestros servicios legales y financieros", indicó Varela en referencia al escándalos fiscales del bufete Mossack Fonseca y las entradas y salidas del país de listas de paraísos fiscales.
El abogado Miguel Antonio Bernal indicó que fue un discurso presidencial completamente alejado de las realidades del panameño.
"Quedó claramente de manifiesto que fue un discurso de mitómano, no tuvo nada de trascendental", señaló Bernal.
Varela anunció que continuará con las consultas sobre el mecanismo para una reforma constitucional, tras no conseguir el consenso necesario para impulsar una Asamblea Constituyente, cuyos miembros pretendía que se eligieran el 5 de mayo de 2019.
"Mantenemos nuestra posición sobre la necesidad de una reforma constitucional vía una Asamblea Constituyente. Hemos realizado las consultas con los grupos políticos, sociales, cívicos, gremiales, y concuerdan que son necesarias las reformas, no en el cómo realizarlas", sostuvo Varela en su último discurso anual ante el Parlamento.
Pese a la necesidad expresada por distintos grupos políticos y movimiento sociales de que la Constitución debe ser modificada para adecuarse a condiciones actuales, señalan que la iniciativa de Varela no representa fielmente los intereses de la ciudadanía.
Los panameños indican que necesitan una refundación de la nación debido a la falta de separación de los poderes del Estado, el desgaste institucional y el deterioro del sistema judicial.