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Argentina no tiene reservas para soportar el programa de ajuste que el FMI quiere imponerle al país, según denuncian desde organizaciones de la sociedad civil.

Argentina no tiene reservas para soportar el programa de ajuste que el FMI quiere imponerle al país, según denuncian desde organizaciones de la sociedad civil. | Foto: Twitter @ProgIntl_Es

Publicado 17 marzo 2022



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Organizaciones civiles rechazan la ratificación del canje de la deuda tomada durante el mandato de Mauricio Macri.

El Senado argentino comienza este jueves por la tarde la discusión y posible ratificación del acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Alberto Fernández y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que propone refinanciar una deuda tomada en 2018 por el Gobierno del entonces presidente Mauricio Macri, la cual ascendía a 44.000 millones de dólares.

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A partir de las 14H00 local (18H00 UTC), el Senado tratará y aprobará el texto acordado con la oposición en la Cámara de Diputados la semana pasada. 

El grupo parlamentario Juntos Por el Cambio (oposición) confirmó que habilitaría el tratamiento del proyecto esta jornada, y se espera que esta noche el programa de Facilidades Extendidas que refinancia la deuda contraída por Macri se convierta en ley. 

Además de asegurar su presencia en el recinto, les senadores macristas acordaron que votarían a favor, despejando así cualquier tipo de duda respecto al resultado final de la votación.

Tras los graves disturbios de la semana anterior, mientras se discutía la ratificación del acuerdo en la Cámara Baja, se decidió que, esta vez, el Congreso estará vallado, pues también ha estado acompañado de nuevas manifestaciones que, desde horas de la mañana, se han aproximado a la capital argentina.

Se espera, asimismo, una distribución similar a la votación que se produjo en la Cámara de Diputados: la mayoría provendrá de la oposición y el Frente de Todos, en el Gobierno, se dividirá, con cerca de un tercio de sus senadores rechazando acompañar el acuerdo. 

Cristina Fernández de Kirchner, quien como vicepresidenta del país es también presidenta de la Cámara, abrirá la sesión pero no intervendrá en el resultado de la votación.

 

Entretanto, en la calle, movimientos populares mantienen su acampada de varios días, así como su rechazo a la aprobación del acuerdo,  pues lo consideran una estafa.

Además, advirtieron con preocupación sobre el impacto inflacionario del programa económico exigido por el FMI y sus consecuencias negativas sobre los salarios. 


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