Se trata de Harvy Rodríguez, uno de los dos uniformados que golpearon y electrocutaron al estudiante.
Este jueves se confirmó la captura de uno de los dos policías implicados en el asesinato del estudiante de Derecho Javier Ordoñez en Colombia. Harvy Damián Rodríguez es el nombre del uniformado retenido en su residencia en la tarde del presente día.
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En la mañana de este jueves un juez había dictado sentencia en contra de Rodríguez y de Juan Camilo Lloreda, ambos como sospechosos de haber asesinado a Ordoñez el pasado 9 de septiembre.
Se trata de un caso de brutalidad policial en el país suramericano que ha desatado una serie de protestas que también han sido reprimidas por los uniformados.
El detenido y el otro agente que hasta este momento no ha sido localizado deberán responder por los delitos de homicidio agravado y tortura contra el estudiante universitario de Derecho que además se desempeñaba como taxista.
En el caso de Lloreda pesan también dos denuncias realizadas el pasado mes de febrero y en marzo de 2018. Además, cinco policías más pudieran enfrentar procesos penales por acción u omisión en el crimen.
Ambos patrulleros están suspendidos de sus funciones desde hace una semana y una vez sean capturados, la Policía procederá a destituirlos de la institución.
La representante de Bogotá en el Congreso, Katherine Miranda, llevó este miércoles ante el plenario un video en el que un amigo de Ordoñez, Wilder Andrés Salazar, narró cómo sucedieron los hechos en el que el estudiante perdió su vida.
A Javier lo torturaron! A Javier lo asesinaron!!!!!
— Katherine Miranda (@MirandaBogota) September 16, 2020
Aquí el testigo le habla al Congreso, a Colombia.
NO MÁS IMPUNIDAD!
Vídeo 1/3 pic.twitter.com/dVuMsqXpne
En el material Salazar expone el abuso al que Ordoñez fue sometido con golpizas y descargas con pistola eléctrica. “Las súplicas de Javier en todo momento fueron: ‘Ya, ya no más, ya no más’”, dijo esta persona.
La Fiscalía se encuentra atendiendo el caso. En tanto, los dos agentes con órdenes de captura pudieran enfrentar una condena de 60 años de prisión.