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Los manifestantes alrededor de la plaza Tahrir de Bagdad exigen también la renuncia del Gobierno del primer ministro Adel Abdul Mahdi.

Los manifestantes alrededor de la plaza Tahrir de Bagdad exigen también la renuncia del Gobierno del primer ministro Adel Abdul Mahdi. | Foto: Reuters

Publicado 26 octubre 2019



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De el 1 al 6 de octubre, unas 200 personas murieron en estas protestas, espontáneas y con un vigor desconocido en los últimos años.

Centenares de iraquíes salieron este sábado a las calles de Bagdad para reclamar mejoras sociales y contra la corrupción, en pleno desafío a las autoridades, sólo 24 horas después de violentas protestas que fueron reprimidas por la policía con un saldo de 42 muertos.

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Las fuerzas de seguridad iraquíes lanzaron gases lacrimógenos para hacer retroceder a los manifestantes que intentaron levantar las barricadas erigidas en un puente en el centro de Bagdad para evitar que se llegue a un área del gobierno fuertemente fortificada.

Del 1 al 6 de octubre, unas 200 personas murieron en estas protestas, espontáneas y con un vigor desconocido en los últimos años. 

Las manifestaciones se interrumpieron 18 días a partir del 6 de octubre con motivo de la gran peregrinación chiita que se desarrollaba en el país y se reanudaron ayer viernes 25, cuando murieron 42 personas en las protestas.

En las últimas horas, la movilización dio un giro y tuvo como blanco decenas de sedes de partidos, oficinas de diputados y sobre todo los lugares de reunión de grupos armados del Hachd al-Shaabi, una coalición de paramilitares dominada por milicias chíitas y aliadas del gobierno en Irak.

Los manifestantes alrededor de la plaza Tahrir de Bagdad exigen también la renuncia del Gobierno del primer ministro Adel Abdul Mahdi por corrupción, desempleo masivo y servicios públicos deficientes. 

Los legisladores tienen previsto reunirse en el parlamento a la 13H:00 pm (10H00 GMT) para "discutir las demandas de los manifestantes, las decisiones del gabinete y la implementación de reformas". 

Las personas reunidas en la Plaza Tahrir dijeron que estaban luchando por dar sentido a lo que llamaron el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad, alegando que todo lo que llevaban encima eran banderas y agua para combatir el gas lacrimógeno y enjuagarse los ojos.

Este sábado, la multitudinaria protesta intentó llegar a la Zona Verde, sede de las oficinas estatales y embajadas y donde el Parlamento tenía previsto discutir demandas populares y la implementación de reformas.

La gendarmería lanzó gas lacrimógeno para contener el paso a la plaza Tahrir y el puente adyacente Al-Joumhourieh que conectan a la protegida área de mal recuerdo en los iraquíes, porque allí se concentraron los militares estadounidenses protagonistas de la invasión y ocupación de 2003.

Las manifestaciones de las últimas horas reanudan una primera ola de protestas que estalló del 1 al 6 de octubre que exigía el fin de la corrupción y el desempleo, pero luego incorporó demandas políticas.

"Centenares de manifestantes pasaron la noche en la plaza Tahrir y no se retiraron a pesar de las llamadas de las fuerzas de seguridad", afirmó una fuente del Ministerio de Interior que pidió el anonimato, reportó la agencia española Efe.

Las fuerzas de seguridad están desplegadas en las zonas adyacentes a la céntrica plaza, si bien la vida continúa con normalidad en el resto de barrios capitalinos, según la fuente.

En esta ocasión, son 2.312 los heridos en los enfrentamientos que se vienen produciendo desde ayer entre las tropas y los participantes en las protestas., aseguró un miembro de la gubernamental Comisión de Derechos Humanos de Irak, Ali al Bayati.

Según sus últimos datos, se ha producido también daños en cerca de medio centenar de edificios gubernamentales y sedes de partidos políticos en la capital, y ciudades del sur de Irak.

En este sentido, el Consejo de la Judicatura iraquí consideró en un comunicado emitido de madrugada que infligir daños de forma voluntaria en edificios es un "acto terrorista", por lo que pidió a las fuerzas de seguridad que traten con los "saboteadores criminales" de acuerdo a la ley antiterrorista.

El Ministerio de Interior confirmó que las fuerzas han sufrido bajas, sin especificar cuántas, en algunos casos por "fuego real" y el lanzamiento de piedras por parte de los manifestantes, contra los que no se han usado armas de fuego ni "fuerza excesiva", según la nota.


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