El astro del Barcelona se enfrentaba a dos expedientes por eventos ocurridos tras el juego por el tercer lugar de la Copa América Brasil 2019.
Tras lo ocurrido en el partido de semifinal de la Copa América 2019 entre Chile y Argentina, cuando el delantero Lionel Messi acusara de corrupción luego de ser expulsado del juego, quedó pendiente de una sanción que fue anunciada este martes por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), de acuerdo al artículo 12.6 del reglamento disciplinario.
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El Tribunal de Disciplina de la Conmebol decidió suspenderlo por un partido y le impuso una multa de 1.500 dólares, medida que ha sido fuertemente criticada por considerarla mínima, teniendo en cuenta que se pronosticaba una sanción de hasta dos años fuera de la selección argentina.
El astro del Barcelona se enfrentaba a dos expedientes: Uno relacionado con la tarjeta roja que recibió por tener un altercado con el defensor chileno Gary Medel; y otro por la frase de no querer "ser parte de la corrupción", supuestamente dedicada la Conmebol.
Esa actitud tiene sus antecedentes en varios fallos arbitrales durante la competición, por lo que sus declaraciones continuaron señalando a la confederación al afirmar que la Copa América estaba "armada para que la gane Brasil", lo que finalmente sucedió.
Según los abogados de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), la expulsión fue un error de arbitraje, pues debieron haberle puesto una tarjeta amarilla y no roja.
En cuanto al segundo expediente, argumentaron que las declaraciones de "La Pulga" iban dirigidas al arbitraje del paraguayo Mario Díaz de Vivar y que no hubo comentarios agraviantes hacia la Conmebol.
Por su parte, Messi se defendió alegando que su intención no era desmeritar a la Conmebol cuando hablaba de corrupción y que su reacción, además, se debió al "estrés emocional" del momento por la la expulsión, injusta para él.